Desde el Sindicato Médico de Melilla (SMM) queremos denunciar públicamente las inexactitudes vertidas en el comunicado oficial de INGESA con motivo de la jornada de huelga convocada este viernes 13 de junio por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), y secundada por la plantilla médica de Melilla.

INGESA afirma que el seguimiento en su territorio ha sido del 4,11%. Esta cifra es profundamente engañosa y responde a una manipulación estadística deliberada: se calcula sobre el total de médicos A1 del conjunto de INGESA (535), incluyendo a Ceuta, donde el día 13 de junio fue festivo, y al Centro Nacional de Dosimetría de Valencia, donde no se ha convocado ninguna protesta organizada por los profesionales locales. En Melilla, los 22 facultativos que ejercieron su derecho a huelga lo hicieron en el turno de mañana, donde suponen un porcentaje muy elevado del personal operativo. Es decir, 22 de los 105 médicos del Hospital Comarcal hicieron huelga. Por lo tanto, aproximadamente el 21% de los médicos de ese centro sanitario apoyaron la huelga.

Pero esta cifra no refleja toda la realidad: en Melilla se establecieron servicios mínimos que alcanzaron prácticamente el 50% del personal médico, impidiendo en la práctica el ejercicio del derecho fundamental a la huelga. Esto afecta especialmente a servicios como Atención Primaria, Urgencias y el 061, donde muchos de los facultativos secundaban la huelga, pero se veían obligados a mantener su actividad por haber sido designados como servicios mínimos. Había, además, facultativos salientes de guardia, otros de baja y algunos con permisos vacacionales o de otro tipo. Es evidente que todos ellos no podían sumarse a la huelga.

Se realizaron parones de profesionales en los centros de salud, en el Hospital Comarcal y en la base del 061, como muestra del amplio respaldo y compromiso de los médicos contra la reforma del estatuto marco que el Ministerio pretende implantar.

Lamentamos que el INGESA afirme que “la actividad transcurre con total normalidad”, cuando se han producido cancelaciones de consultas, intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas, así como una reorganización de servicios bajo mínimos encubiertos como normalidad. Para ser exactos, se cancelaron: 1 consulta de Oftalmología, con 21 pacientes; 1 consulta de Digestivo, con 20 pacientes; 1 consulta de Obstetricia, con 9 pacientes; 1 consulta de Ginecología, con 14 pacientes; y 4 operaciones de Cirugía General. 

La huelga médica no es un capricho. Es la consecuencia de años de abandono institucional, sobrecarga asistencial, falta de incentivos y condiciones laborales injustas que están poniendo en riesgo la sanidad pública en toda España.

Los médicos estamos unidos, comprometidos y firmes. Y no dejaremos de alzar la voz contra la injusticia, la arbitrariedad y el menoscabo de nuestra profesión, y para defender mejoras reales y efectivas de nuestro sistema sanitario público.