Esta situación sostenida está derivando en un ambiente de creciente tensión con los usuarios, con un notable aumento de los episodios de agresiones verbales

El Sindicato Médico de Melilla alerta sobre la grave situación que atraviesan los servicios de Urgencias del Hospital Comarcal, donde se ha producido un incremento notable en la presión asistencial durante este verano respecto a los meses anteriores, coincidiendo con un periodo de plantilla médica mermada por las vacaciones y una sobrecarga estructural ya crónica.

En el mes de julio de 2025, se han atendido alrededor de 500 pacientes más que en meses anteriores. Habitualmente la actividad está entre 3.500 y 3.900 urgencias mensuales, mientras que en los meses de verano la cifra asciende aproximadamente hasta las 4.300 asistencias. Esta tendencia se suma a un contexto ya complejo: Ceuta y Melilla registran una de las tasas más altas de urgencias hospitalarias de toda España, con 616,6 urgencias por cada 1.000 habitantes, según datos oficiales del Ministerio de Sanidad (2023).

La sobrecarga de trabajo no sólo obedece al aumento de la demanda, sino también a la situación de la plantilla. En estos momentos el Servicio de Urgencias cuenta con 26 médicos, pero 6 de ellos están exentos de hacer guardias por haber sobrepasado los 55 años. A estos hay que sumar que en estos momentos un 21 % de la plantilla se encuentra de vacaciones, y hay dos facultativos de baja. Todo ello obliga a asumir más carga asistencial, con las consecuencias físicas y emocionales que conlleva. Y se podría añadir que en apenas tres meses 2 compañeros alcanzarán la jubilación y otro habrá cumplido la edad para quedar exento de guardias.  

Aumento de episodios de violencia verbal

Esta presión asistencial sostenida está derivando en un ambiente de creciente tensión con los usuarios. Los “pacientes veraniegos”, muchos de ellos generados por la Operación Paso del Estrecho, son casos de enorme complejidad por la dificultad idiomática al proceder de otros países de la Unión Europea y porque en la mayoría de los casos se presentan en Urgencias sin historial médico que facilite la labor de los profesionales. Estas cuestiones acaban condicionando el ambiente, y los facultativos denuncian un aumento de los episodios de agresiones verbales, insultos y amenazas por parte de algunos pacientes o familiares. Estas situaciones requieren intervenciones constantes del personal de seguridad y ya se ha llegado a temer por la integridad de algún médico en alguna que otra ocasión. 

El Sindicato Médico asume que el problema puede ser estructural, de índole nacional, como ya ha sido advertido, pero necesita medidas inmediatas que ayuden a aliviar la situación. A principios de julio, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) alertó del riesgo de colapso del sistema de urgencias para el año 2029, si no se garantiza el relevo generacional ni la creación de la especialidad vía MIR. Según el informe del Ministerio de Sanidad, Urgencias y Emergencias será la especialidad médica más deficitaria y envejecida del país en la próxima década.

Por ello, este sindicato reitera que el caso de Melilla es una muestra evidente del futuro que nos espera si no se toman medidas inmediatas y estructurales. Es momento de implementar soluciones, y una de las más urgentes es el inmediato refuerzo de la plantilla de Urgencias durante el periodo estival y la cobertura completa de las bajas y vacaciones.

También demandamos respeto y comprensión por parte de la ciudadanía hacia unos profesionales que están dando todo lo posible, incluso por encima de sus límites.