Los Sindicatos Médicos de Ceuta y Melilla han enviado una carta a la nueva ministra de Sanidad, Mónica García Gómez, solicitando su intervención para poner punto y final a la huelga médica iniciada en ambas ciudades autónomas el pasado 9 de marzo.

En la misiva se da la bienvenida a la nueva ministra y se muestra confianza en su designación, visto su desempeño profesional como médica anestesióloga y su compromiso constante con la sanidad pública. Ambos sindicatos esperan una mayor empatía y esperan que su experiencia sirva para desbloquear la situación actual. “Su conocimiento del desempeño médico, vocación de servicio y defensa de la sanidad pública puedan ofrecer soluciones a la crisis sanitaria que padecen nuestras ciudades, cuya gestión sanitaria depende de su Ministerio”, recoge textualmente el documento enviado.

En primer lugar, desde Ceuta y Melilla se subraya que el objetivo principal de la huelga no es otro que garantizar una asistencia de calidad a la población de ambas ciudades autónomas. “Sufrimos la menor tasa de médicos por habitante de España, con una de las plantillas más envejecidas. La Unión Europea ha calificado los sistemas sanitarios de Ceuta y Melilla como ‘los peores de todo el Estado’ y el INE ha publicado que padecemos la menor esperanza de vida de toda España”.

Estamos ante la huelga sanitaria más larga de España y el Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA) no ha planteado ninguna solución al conflicto laboral. En otras comunidades autónomas huelgas similares se han resuelto en días y aquí el Ministerio de Sanidad, del que dependen directamente Ceuta y Melilla, no ha intervenido hasta la fecha con decisión y ahora, en esta nueva etapa, debe hacerlo por el bien de los ciudadanos de ambas ciudades.

Continuamos perdiendo talento, así se le ha recordado a la ministra, cada vez faltan más facultativos y nuestras ciudades autónomas van perdiendo servicios. Por todo ello, los médicos de Ceuta y Melilla solicitan a la nueva ministra que abra una línea de diálogo e intermedie para conseguir la calidad asistencial que merecen los habitantes de ambos territorios.